Uno de los aspectos fundamentales a la hora de cuidar a una persona convaleciente es crear un entorno seguro y tranquilo para propiciar su recuperación.
La higiene es muy importante tanto la del paciente como la del cuidador, se deben mantener las manos limpias en todo momento y lavarlas luego de manipular medicamentos o elementos que estén en contacto con el afectado.
Inicialmente se debe adecuar el espacio que el enfermo ocupará, acondicionándolo para que pueda estar cómodo y no corra ningún riesgo. También se debe tener en cuenta el espacio del acompañante y de los elementos que requiere para su cuidado. Se debe establecer una rutina de todos los días para el paciente y el cuidador, así podrán distribuir el tiempo de acuerdo a lo que se requiera durante el día, podrán cumplir los horarios de los medicamentos, terapias, tiempo de sueño, tiempo de visita, horarios de comidas, etc. Esto le permitirá al cuidador conocer los espacios que le quedan libres para atender sus asuntos y tener un adecuado manejo de los horarios.
Para cuidar a los enfermos en casa se deben tener en cuenta unas normas básicas y una rutina que le permitirá que ese periodo de convalecencia sea más grato. Si el paciente no puede moverse, lo mejor es que espere al servicio de cuidado en casa para realizar el aseo diario, pues es aconsejable que lo realicen dos o más personas para evitar un accidente. Antes del baño es aconsejable tener todos los elementos de limpieza a mano, pues será más fácil y corto el tiempo de aseo.
Para cambiar las sábanas es conveniente que espere a los expertos, pues los movimientos bruscos pueden generar daños a la cirugía o molestias y dolores en el enfermo. Para la alimentación del paciente es importante que siga al pié de la letra las indicaciones médicas, evitar los excesos en las comidas y brindarle alimentos livianos y nutritivos. Si la alimentación es por sonda, no manipule estos elementos, lo mejor es que los profesionales en el tema lo hagan. Los momentos de privacidad para entrar al baño también deben ser supervisados por los cuidadores, pues este espacio es peligroso porque son reducidos y resbalosos.